Los niños desde muy pequeños aprenden según sus deseos y necesidades. Nosotros como papás, como adultos, e integrantes de su entorno familiar debemos estimular estos deseos, darles oportunidades de aprender. Tenemos que ayudarle a descubrir el mundo, a interesarse por él, a amarlo y a comprenderlo. Esto es posible solo en un clima tranquilo y con un profundo amor al niño y a sus características particulares.
Durante los primeros años de la vida, los niños ciegos están
en una situación de mayor dependencia respecto de las iniciativas de sus padres
y de otros adultos próximos a ellos en comparación de niños que sí ven, por lo
que es muy importante proporcionarles oportunidades de experimentar, acercarles
elementos del entorno que por ellos mismos no podrían percibir y ayudarles a asimilar
y a interpretar los estímulos del mundo que les rodea.
Dando clic en el título de abajo podrá leer una guía del desarrollo del niño ciego en sus primeros 3 años de vida y cómo se puede ayudar a fomentar ese desarrollo.
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